Crédito: Ammodramus, CC0, vía Wikimedia Commons
Imagina ir a un lugar donde el rechazo es el denominador común. Pues bien, este es el caso de “El Tiradito”, que se traduce aproximadamente como “el rechazado”, ya que se trata de un lugar donde se deja de lado a los indignos o no deseados.
En la vibrante ciudad de Tucson, Arizona, se encuentra un lugar que destila melancolía y reverencia a la vez. Su nombre, “El Tiradito“, o “The Wishing Shrine”, evoca un sentimiento de tristeza y añoranza. Este sitio sagrado se ha convertido en un símbolo conmovedor de recuerdo y consuelo para quienes buscan honrar a los difuntos. También es un lugar donde se puede llorar y recordar a quienes han intentado cruzar la frontera y han muerto en el intento.
Sin embargo, los orígenes de este santuario están impregnados de una trágica historia que abarca casi dos siglos, en la que se entrelazan el amor, la traición y la difícil situación de aquellos que perecieron al intentar cruzar la frontera.
Amor prohibido y final fatídico
La leyenda comienza con un joven llamado Juan Oliveras, de apenas 18 años de edad, quien se vio atrapado en un romance prohibido. Casado con la hija de un rico ganadero de ovejas llamado Francis Goldwyn, la vida de Juan parecía perfecta. Sin embargo, el destino tenía otros planes para su corazón.
Un fatídico día, Francis regresó a casa inesperadamente, solo para presenciar cómo la traición se desplegaba ante sus ojos. Consumido por una rabia incontrolable, Francis cogió un hacha y persiguió implacablemente a Juan por toda la casa. Acorralado e indefenso, Juan encontró su trágica muerte cuando Francis le asestó golpes mortales, silenciando para siempre las esperanzas y los sueños del joven.
Cuando la vida de Juan se extinguió abruptamente, su amante tuvo que enfrentarse a las consecuencias de su malograda relación amorosa. Una familia destrozada, un hombre al que profesaba amar asesinado por la mano de su esposo y el peso de toda una comunidad que pronto descubriría su oscuro secreto.
A los ojos de la Iglesia, Juan se convirtió en un pecador, un paria o, como dirían ellos, un “tiradito”, alguien desechado que no merecía un entierro sagrado. Así, su cuerpo permaneció en el mismo lugar donde le arrebataron la vida, unido para siempre al hogar que fue testigo de su muerte.
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Un santuario surge, la leyenda perdura
Con el tiempo, la leyenda de Juan Oliveras, el olvidado, se extendió por todo el país. El lugar donde yacía su cuerpo se convirtió en un sitio de peregrinación, un santuario donde la gente buscaba consuelo y expresaba su devoción. “El Tiradito” es un poderoso testimonio no solo del desgarrador destino de Juan, sino también de las innumerables vidas perdidas en su búsqueda de un futuro mejor al otro lado de la frontera. Después de todo, intentar cruzar la frontera puede ser una experiencia dolorosa.
Hoy en día, “El Tiradito” se erige como un solemne recordatorio de los sacrificios y luchas soportados por quienes se atrevieron a cruzar la frontera en busca de un mañana mejor. Sigue siendo un lugar donde los rechazados encuentran consuelo y donde pervive el recuerdo de sus historias jamás contadas.
Cosas que debe saber antes de visitar ‘El Tiradito’
- Cuenta la leyenda que si enciendes una vela en “El Tiradito” y pides un deseo, este se hará realidad. Pero solo si la vela permanece encendida toda la noche.
- “El Tiradito” forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos.
- “El Tiradito” está ubicado en el vecindario de Tucson llamado “Barrio Libre”, que alguna vez fue considerado el lado mexicano-estadounidense de Tucson.
- “El Tiradito” fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos en 1971.
- Haz una excursión: El Children’s Museum Tucson está a unos 10 minutos.
Vive la experiencia aquí.
Domicilio: 418 S Main Ave, Tucson, AZ 85701