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Gabriela Mistral fue una célebre poetisa, educadora, diplomática y feminista chilena, y la primera latina en recibir el Premio Nobel de Literatura. Su poesía es célebre por su belleza lírica, su hondura emocional y su profunda exploración de las experiencias humanas.
Nacida como Lucila Godoy Alcayaga el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile, Mistral adoptó el seudónimo de “Gabriela Mistral” en honor a dos de sus poetas favoritos, Gabriele D’Annunzio y Frédéric Mistral. Aunque creció en la pobreza y pasó muchas penurias de niña, como la falta de afecto en casa, Mistral destacó académicamente y llegó a ser profesora muy joven.
Poesía y labor activista de Gabriela Mistral
A lo largo de su carrera, Mistral ejerció como educadora en Chile y otros países, haciendo hincapié en la importancia de la educación y su potencial para elevar y empoderar a las sociedades. Su influencia como educadora se extendió más allá de las aulas, ya que abogó por reformas educativas y promovió programas de alfabetización, especialmente en zonas rurales. Los escritos de Mistral expresaban a menudo su preocupación por los históricamente oprimidos, especialmente las mujeres, los niños y las comunidades indígenas.
“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino”. – Gabriela Mistral
Esta increíble latina también ejerció de embajadora cultural de Chile, representando a su país en el extranjero a través de funciones diplomáticas en Madrid, Veracruz y la Ciudad de Nueva York, por nombrar algunas. Su presencia internacional y sus compromisos ayudaron a llamar la atención sobre la literatura, la cultura y los problemas sociales chilenos.
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La vida imita al arte
Por desgracia, los logros de Mistral no la protegieron de los problemas de su vida personal. En 1922 fue madre, pero tuvo que enfrentarse a la devastadora pérdida de su único hijo, quien murió poco después de nacer. Esta experiencia influyó profundamente en su poesía y en los temas de la maternidad, el dolor y el amor. Ese mismo año, Mistral publicó su primer libro, titulado Desolación, una colección de poemas conmovedores e introspectivos que exploran la religión, la desesperación, la moralidad y el amor por los hijos.
Icono de la literatura chilena e internacional, Mistral murió el 10 de enero de 1957, a los 67 años, tras luchar contra un cáncer de páncreas.