Crédito: Lorin Granger/Fotógrafa de HLS Staff
Cuando piensas en la palabra “cholo”, tal vez te vienen a la mente tatuajes y cejas finamente delineadas. Sin embargo, ¿alguna vez te preguntaste de dónde proviene realmente el término?
La palabra “cholo” tiene múltiples orígenes y significados dependiendo del contexto y la ubicación geográfica. Es una palabra común en Estados Unidos, especialmente en comunidades con importantes poblaciones mexicoestadounidenses, como California, Texas, Arizona y Nuevo México.
La palabra puede rastrearse hasta los aztecas
En México, la palabra “cholo” se remonta a la palabra náhuatl xoloitzcuintle, que se refiere a una raza de perro también conocida como “perro mexicano sin pelo”.
Los perros xoloitzcuintles tienen una larga historia en la cultura mexicana, y diversas civilizaciones indígenas los consideraban sagrados, incluyendo a los aztecas y mayas.
Cuando los españoles llegaron a México, crearon un sistema de castas. Muchos creen que usaban “Xolo” de manera despectiva y dirigida a personas indígenas o mestizas.
Con el tiempo, el término “Xolo” evolucionó a “cholo” para describir a una persona de ascendencia indígena y europea mezclada.
En la década de 1940, volvió a prevalecer un sistema de clases, esta vez en “el Norte”, con los estadounidenses blancos en la cima de la pirámide social mientras que otros grupos estaban relegados a la base.
‘Cholo’ es un símbolo de resistencia e identidad
Después, los jóvenes mexicoestadounidenses se encontraron atrapados entre el estilo de vida estadounidense y la tradición mexicana, encarnando el estilo Zootsuit y Pachuco para navegar esta dicotomía cultural. Con el tiempo, el estilo Pachuco se transformó gradualmente en la cultura emergente del Xolo “Cholo”.
Esta transformación se hizo evidente con eventos significativos como los disturbios del zoot suit y el movimiento chicano, que dieron lugar a una nueva identidad cultural.
Para la década de 1960, los chicanos adoptaron plenamente el término “cholo” como parte integral de su cultura.
Influenciados e inspirados por su entorno, comenzaron a enorgullecerse de sus luchas, dificultades, raíces ancestrales y el espíritu de la revolución.
El término “cholo” se convirtió entonces en un símbolo de resistencia e identidad, encarnando las experiencias y aspiraciones de la comunidad chicana.