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La actriz y productora mexicana Salma Hayek encarnó a la pintora mexicana Frida Kahlo. Ya sea que se la vea en la pantalla sufriendo otra operación o bailando borracha con su esposo el pintor Diego Rivera, su actuación nominada al Oscar capturó la esencia de Kahlo. Fue magistral.
Pero, antes de llegar a la noche de los Oscar, Hayek tuvo que enfrentarse a Hollywood y al deshonrado magnate del cine Harvey Weinstein.
Nacida en Coatzacoalcos, México, en 1966, Hayek fue criada como católica conservadora por su madre, cantante de ópera mexicana, y su padre libanés, quien se dedicaba al negocio petrolero. Se ha llamado a sí misma una “mocosa mimada” que pasó sus días soñando con triunfar en Hollywood.
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Salma Hayek contra Hollywood
Ya era una estrella en su propio país cuando llegó a Hollywood, pero eso no hizo mucha diferencia. Se encontró “dispuesta para interpretar todos los roles, excepto los de prostitutas y sirvientas”, dijo a la revista Hello.
“La gente veía mi nombre y mi foto y quería conocerme, pero luego se daba cuenta de que era mexicana y me despedía”, dijo.
“Cuando les decía que mi abuelo era libanés, me decían ‘Finge que eres libanesa’. No es que esté bien ser libanés, pero es un poco mejor que ser mexicano”, dijo en la entrevista.
Frida coronó su capacidad de actuación en 2002, pero también fue reconocida por sus papeles en From Dusk Till Dawn, de Quentin Tarantino, Desperado, de Roberto Rodríguez, y películas animadas como Puss in Boots.
Hollywood no era un lugar fácil para alguien tan hermosa y talentosa como Hayek. Tuvo una experiencia traumática en el set de la película Desperado de 1995. Nueva en el negocio del cine, Hayek dijo que lloró durante todo el rodaje de la escena de amor con su coprotagonista Antonio Banderas. Ella tenía casi 27 años, aunque sostenía que él era un “absoluto caballero”.
“Oh, Dios, voy a tener problemas, pero la escena de amor no estaba en el guion”, dijo Hayek. “Lo exigió el estudio cuando vieron la prueba de química . Lo pasé muy, muy mal con eso… No disfruto la escena”, le dijo a la revista Grazia.
Hayek también dijo que el productor de Hollywood Harvey Weinstein la obligó a hacer una escena de sexo en la película Frida de 2002 para cumplir su propia “fantasía”. Escribió un emotivo artículo de opinión en New York Times detallando su terrible experiencia.
Su felicidad
La felicidad llegó con su esposo el multimillonario francés François-Henri Pinault y su hija de ahora 15 años Valentina.
“Cuando me casé con él, todo el mundo decía ‘Es un matrimonio arreglado, ella se casa con él por dinero’”, dijo Hayek en una entrevista con la revista Grazia.
Hayek y Pinault se conocieron en la primavera de 2006 en una gala en Palazzo Grassi de Venecia. Tuvieron dos bodas: una en una ceremonia en el ayuntamiento de París y la segunda en Venecia. Tienen una hija de 15 años llamada Valentina.
“Yo digo ‘Sí, lo que sea, piensen lo que quieran’. Quince años juntos y estamos muy enamorados, así que ni siquiera me ofendo”, dijo.