Crédito: Nuestro Stories.
Hay algunas canciones en el léxico latino que reconoces de inmediato.
En el instante en el que empieza, la onda de sonido viaja por tu cuerpo. Tal vez te agarra de las caderas y te arrastra a un baile complejo que te recuerda que estás vivo o puede ser que te toque la fibra sensible, forzando las lágrimas de tus ojos mientras tus labios cantan la letra, en voz alta, como si nadie estuviera escuchando, incluso si hay mucha gente alrededor.
En el caso del éxito de Juanes de 2002 A Dios le Pido, la canción se convirtió en más que un tema con letras pegajosas y riffs de guitarra bailables, pues se convirtió en un llamado a la acción, fue una oración al poder superior: A Dios le Pido se volvió una poderosa protección que trascendió género o generación y encontró un lugar para anidar en los corazones de millones.
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¿Una oración o una canción?
Durante tres minutos y 25 segundos, la canción actúa como una oración directa de Juanes a un poder superior. A lo largo de la canción, pide protección para algo más que para él mismo: pide protección para su país, su familia, sus amigos y sus hijos, de los cuales ahora tiene tres. Él grita, pidiendo que nunca pierda su capacidad de amar, y lanza oraciones de protección sobre todo lo que se le ocurre y todo lo que no se le ocurre.
Sin embargo, más que una simple oración, la canción también fue una sutil alusión a la política del cantante y logró introducir una oración muy directa en la canción. Su pedido fue que su país, Colombia, no derramara más sangre, además de que pidió que su pueblo se levantara.
La canción en sí es bastante alegre y pegajosa. Inmediatamente atrapa tu oído con una mezcla de guitarra eléctrica y acústica con una percusión hipnótica de respaldo. Es intrínsecamente simple en términos de instrumentación, lo que le permite a Juanes resaltar la oración misma y el amor infundido en cada petición.
Si bien es posible que nunca se sepa con certeza la razón específica o las razones por las que A Dios le Pido se volvió tan popular, parece probable que una gran parte del atractivo fuera que la canción en sí se sentía como una protección que te arrojaban. De alguna manera, parecía como si Juanes estuviera pidiendo tu propia protección, específicamente a ti, mientras la escuchabas y bailabas.
Juanes tuvo éxitos antes y ha tenido éxitos desde A Dios le Pido, pero este siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones colectivos.
Olivia Monahan es una periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento, cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas, pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de periodismo de investigación 2022, miembro de Parenting Journalists Society y ha publicado en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.