Crédito: Nuestro Stories.
Christy Turlington es la supermodelo humanitaria que todos adoran.
Ha sido portada de más de 500 revistas, ha desfilado para grandes firmas de moda como Chanel, Valentino y Gianni Versace y es el rostro de la fragancia Eternity de Calvin Klein y de Maybelline; sin embargo, Turlington nunca se interesó demasiado por la moda, a diferencia de sus otras compañeras supermodelos.
Turlington, cuya madre es de El Salvador, está hecha de otro material. Se la puede llamar empresaria, escritora, cineasta, campeona de salud materna, maratonista, yogui, madre y esposa (está casada con el actor estadounidense Ed Burns), pero, por favor, no solo la llamen supermodelo.
No es como Claudia Schiffer, otra de las supermodelos, de la que se dice que tiene un hangar de helicópteros lleno de ropa. “En realidad, no me gustaba tanto la moda, nunca , pero entiendo que puede ser una gran forma de expresión para la gente”, dijo Turlington en una entrevista.
Fue nombrada una de las Mujeres del Año de Glamour en 2013 y una de las 100 personas más influyentes de Time en 2014; sin embargo, el ascenso de Turlington en el mundo del modelaje es digno de un guion cinematográfico.
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Cómo se dio a conocer Christy Turlington
Con solo 14 años, Turlington fue vista por un fotógrafo mientras montaba a caballo en Miami. El fotógrafo le envió sus fotos a una agencia de modelos local, que la contrató.
Dos años después, fue contratada por Ford Models, la agencia de modelos más poderosa del mundo, y se trasladó a Nueva York.
Trabajó con los fotógrafos más emblemáticos de la industria de la moda Richard Avedon, Steven Meisel y Bruce Weber. Turlington también apareció en el video musical para Notorious de la banda inglesa de pop-rock Duran Duran, al igual que en el video para Freedom de George Micheal.
Sin embargo, Turlington nunca se consideró muy buena modelo y no le gustaba desfilar, así que pausó su carrera durante tres años en 1995 y se licenció cum laude en religión comparada y filosofía oriental en la Universidad de Nueva York (NYU). El modelaje era solo uno de los proyectos a los que dedicó su vida.
Después de las complicaciones en el parto de su hija, empezó a interesarse por la salud materna, experiencia que la motivó a cursar una maestría en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia.
¿A qué se dedica ahora?
Turlington colabora con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para mejorar la salud materna a través de su organización benéfica Every Mother Counts. Tiene dos hijos adolescentes y lleva unos 24 años con su esposo.
Descubrió el yoga cuando tenía 18 años, pues tenía un novio que lo practicaba. De su amor por el yoga nació Nuala, una línea de ropa de yoga lanzada con Puma en 2000. Su otro proyecto fue la línea ayurvédica de cuidado de la piel Sundãri, que vendió en 2003.
Escaló el monte Kilimanjaro, ha corrido al menos diez maratones africanos y escribió un libro junto con la cómica Amy Schumer titulado Arrival Stories: Women Share Their Experiences of Becoming Mothers, así que no te limites a llamarla supermodelo.
Por Susanne Ramírez de Arellano
Susanne Ramírez de Arellano es una escritora y crítica cultural que antes fue periodista, productora de televisión y directora de informativos. Vive entre San Juan y Nueva York y actualmente está haciendo su primer intento de escribir una novela.