Crédito: Nuestro Stories.
El terror ha estado presente desde los inicios del cine. Los hermanos Lumière dieron origen al terror en la gran pantalla a través de su cámara y proyector revolucionarios, el Cinématographe, y el cortometraje L’arrivée d’un train à La Ciotat (La llegada del tren) en 1896. El tren cinematográfico avanzaba a toda velocidad hacia un público desprevenido, lo que provocó miedo y pánico en el teatro. Cuenta la leyenda popular que el público huyó despavorido.
Luego, apenas unos años después de que los primeros cineastas dejaran su huella a mediados de la década de 1890, hubo cortometrajes como The House of the Devil (1896) del ilusionista, actor y cineasta francés George Méliès, que fue considerada la primera película de terror, aunque la primera cinta que fue denominada oficialmente película de terror fue Frankenstein, en 1910, de J. Searle Dawley para Edison Studios.
Sin embargo, hoy el cine de terror latinoamericano se encuentra entre los mejores del mundo.
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El protagonismo del terror en el cine latinoamericano
¿Cuándo surgieron las películas de terror latinoamericanas?
Si creces en un hogar latino, estás familiarizado con el terror, porque se asusta a los niños con historias sobre El Cuco o el hombre del saco; además, ¿quién no recuerda haber crecido temiéndole al Chupacabras? Fueron tiempos aterradores.
La fascinación por el terror ha provocado un auge del cine de terror latinoamericano.
A continuación, encontrarás las diez películas de terror latinoamericanas mejor calificadas. Ten en cuenta que la lista puede ser bastante subjetiva, pero, aun así, animo a todos a ver el banquete completo de películas de terror latinoamericanas:
- Vuelven (2017).
- La Llorona (2019).
- La casa del lobo (2018).
- El espinazo del diablo (2001).
- Los ojos de Julia (2010).
- REC (2007).
- Los cronocrímenes (2007).
- Cronos (1993).
- El orfanato (2007).
- La región salvaje (2006)
De todos nuestros países, Argentina es uno de los productores de cine de terror más prolíficos de América Latina. Los cineastas tomaron el subgénero de terror de los “gringos” (películas de terror y zombis) y les infundieron la cultura local. El cine de terror argentino estuvo encadenado por estrictas leyes de censura, pero de todos modos prosperó.En esta categoría hay que hacer una mención especial a los primeros creadores, los estudiantes de preparatoria Pablo Parés y Hernán Sáez. Fueron los autores de la película amateur Plaga zombie en 1997. La película fue un éxito e hizo que la gente se diera cuenta de que se puede filmar sin grandes presupuestos. De esa película surgieron los icónicos Ahí va el diablo de Adrián García Bogliano, Luciferina de Gonzalo Calzada y Aterrados de Demián Rugna.
La Llorona sigue causando sensación en el género de terror
También hay que hablar de La Llorona, dirigida por Jayro Bustamante. Esta película llevó la leyenda un paso más allá, fusionando el horror con la violencia genocida de la vida real en Guatemala.
La Llorona es la historia de una mujer que mata a su familia y se la ve noche tras noche buscando a sus hijos, aullando de dolor y buscando venganza en el mundo de la vigilia.
La Llorona de Bustamante es la historia de un exdictador que intentó el brutal genocidio de los nativos mayas (basada en hechos reales de los años 80); también lo persigue una mujer que llora, que es la encarnación de todos lo que ha enviado a la muerte.
El terror es un componente del realismo mágico que caracteriza a América Latina y es por eso que nuestros cineastas destacan en ello.
Por Susanne Ramírez de Arellano
Susanne Ramírez de Arellano es una escritora y crítica cultural que fue periodista, productora de televisión y directora de noticias. Vive entre San Juan y Nueva York y actualmente está haciendo su primer intento de escribir una novela.
