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Balenciaga es un nombre que evoca imágenes de alta costura sofisticada y cuya influencia se puede ver en muchos diseñadores de moda latinos de hoy.
Cristóbal Balenciaga, el elegante español que fundó la casa de moda, es considerado uno de los diseñadores más prácticos de su tiempo y un talentoso sastre. Creó siluetas fluidas y abrigos esculpidos, transformó cinturas y nunca traicionó la artesanía.
Para Balenciaga, el secreto de la elegancia era la “eliminación”.
Conocido como ‘El Maestro’ de la alta costura, Balenciaga fue un innovador de la moda que alteró dramáticamente las siluetas de las mujeres a mediados del siglo XX creando prendas fluidas y elegantes. Sus diseños eran estilizados y lineales, dramáticamente diferentes de la popular y curvilínea forma de reloj de arena promovida por el “New Look” del diseñador francés Christian Dior. Las líneas fluidas de Balenciaga le dieron el espacio para alterar la forma en que la ropa cubría el cuerpo de una mujer.
Su trabajo todavía da forma a muchos diseñadores de moda latinos en la actualidad. El diseñador de moda dominicano Oscar de la Renta, quien fue aprendiz en el atelier de Balenciaga, siempre citó al modisto hispano como una de sus mayores influencias. “Todavía trabajo hoy en la forma en la que vi trabajar a Balenciaga”, dijo una vez.
Y nada menos que Dior dijo de Balenciaga que “La alta costura es como una orquesta cuyo director es Balenciaga. Nosotros, los otros modistas, somos los músicos y seguimos las instrucciones que él nos da”.
Los orígenes de Balenciaga
Nacido en Guetaria, un pequeño pueblo pesquero de la región vasca de España en 1895, el joven Balenciaga pasaba horas viendo a su madre trabajar como costurera.
Cuando era un adolescente, la Marquesa de Casa Torres, una mujer destacada de su pueblo, se convirtió en su mecenas y cliente. Ella lo envió a Madrid para que se capacitara formalmente en sastrería. La Marquesa también lució con orgullo sus diseños.
Balenciaga fundó su primera casa de moda en la ciudad turística de San Sebastián en 1917 y la llamó Eisa, una versión abreviada del apellido de soltera de su madre; también abrió casas de moda en Barcelona y Madrid, antes de mudarse a París en 1937 (por cierto, pocas personas veían al maestro, ya que casi nunca aparecía en sus salones de moda).
Su herencia hispana influyó en muchos de sus diseños icónicos: sus vestidos de ‘Infanta’ de finales de la década de 1930 recordaban la pintura del artista español del siglo XVII Diego Velázquez. Vestidos de flamenca, trajes de torero y encaje negro, como la mantilla de tu abuela (Un hecho poco conocido es que Balenciaga también creó el vestido baby doll en 1957).
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De la moda a la antimoda
Actualmente, el nombre Balenciaga representa algo muy diferente: antimoda. Los fanáticos de la moda no están seguros del último accesorio de Balenciaga, un bolso que parece una bolsa de papas fritas Lays. Su nueva edición limitada ‘Paris Sneaker’, con el eslogan “destinado a usarse toda la vida”, no tocó la fibra sensible de su público objetivo.
Una casa de moda que alguna vez fue icónica y que influyó en los diseñadores hispanos y latinos ahora se ha convertido en el blanco de bromas en Internet, pero esto nunca podrá derribar al icónico Balenciaga.
Por Susanne Ramírez de Arellano
Susanne Ramírez de Arellano es una escritora y crítica cultural que fue periodista, productora de televisión y directora de noticias. Vive entre San Juan y Nueva York y actualmente está haciendo su primer intento de escribir una novela.