Imagen cortesía de Nuestro Stories.
Muchas personas en nuestra comunidad han allanado el camino para que otras prosperen y hoy nos gustaría tomarnos un momento para hablar sobre algunas de ellas. Todas estas mujeres han allanado el camino para los derechos trans y esta es nuestra forma de agradecerles.
Felicia Elizondo
Felicia “Flames” Elizondo fue una pionera de los derechos trans y de toda la comunidad LGBTQ+. Estuvo en los inicios del movimiento y permaneció en él hasta dar su último aliento a los 74 años.
Felicia vivió en San Francisco, más específicamente en The Tenderloin, a principios de los años sesenta y era conocida por frecuentar Compton's Cafeteria en Turk St.
Abierta las veinticuatro horas, Compton's se había convertido en un lugar en donde muchos miembros de la comunidad LGBTQ+ se reunían para buscar refugio. Si bien las calles podían ser inseguras para cualquiera, se sabía que la policía acosaba a cualquiera que pareciera ser algo “fuera de su género de nacimiento” y muchas personas de la comunidad LGBTQ+ se vieron sujetas a acoso, arresto o violencia.
Esos mismos policías a menudo se proponían llevar a cabo redadas en Compton's. Los ataques y el acoso finalmente hicieron que Compton's dejara su política de veinticuatro horas y empezara a cerrar el restaurante a medianoche. El repentino cambio de política provocó una protesta.
Al igual que en casos anteriores en Cooper's Donuts en Los Ángeles (1959) y más tarde en Stonewall Inn en la ciudad de Nueva York (1969), los agentes de policía llegaron a Compton's para expulsar y detener por la fuerza a los manifestantes. Al igual que otros incidentes históricos, la gente estaba harta.
Estalló un motín al que le siguieron más de dos días de protestas.
Tal vez fue el nacimiento de su activismo, pero ciertamente no fue su muerte.
Felicia pasó a organizar la Marcha Trans de San Francisco. Ella defendió el cambio de nombre de una parte de Turk St. en honor a Vicki Marlane, una artista y activista transgénero que falleció en 2011. La marcha recaudó fuertes cantidades de dinero para la comunidad trans, la concientización y la prevención del VIH (a Elizondo le habían diagnosticado SIDA antes) y varias organizaciones sin fines de lucro como el Centro Comunitario LGBTQ+ en San Francisco, The Shanti House y Project Open Hand.
Sylvia Rivera
Sylvia Rivera fue una luchadora incansable por las voces más marginadas del movimiento LGBTQ+. Conocida por su papel en los disturbios de Stonewall Inn, quizás el motín más famoso y catalizador que pasó durante los años cincuenta y sesenta, Rivera era conocida por alzar la voz y denunciar el silenciamiento de las voces transgénero, especialmente las voces afroamericanas y latinas, dentro de la conversación más amplia sobre el movimiento de derechos homosexuales.
Nacida en la ciudad de Nueva York, la vida de Sylvia no fue fácil: con un padre ausente y una madre que se suicidó cuando Sylvia tenía solo tres años, se vio obligada a mudarse con una abuela que no aprobaba a Sylvia ni su forma de comportarse.
Al huir a los once años, Sylvia se enfrentó a una introducción temprana a la explotación sexual para sobrevivir. Poco después de huir, Sylvia conoció a Marsha P. Johnson, otra pionera del movimiento trans que luchó contra la exclusión de las voces trans de color. Marsha se convirtió en una especie de madre para Sylvia, guiando su política y animándola a defenderse. Las dos estaban juntas en 1969 cuando ocurrió el levantamiento de Stonewall.
Imitando el incidente del motín de Cooper Donut y el motín de Compton’s Cafeteria, los disturbios de Stonewall Inn iniciaron cuando policías intentaron barrer el conocido establecimiento y arrestar gente, siendo Sylvia una de las personas inicialmente detenidas.
Harta del acoso constante, Sylvia empezó a resistirse al arresto, junto con otras personas, lo que llevó a los no detenidos a luchar contra los agentes de policía.
Si bien es posible que Rivera no haya arrojado la primera piedra a los policías esa noche, ella fue la segunda. Durante seis días, Rivera, de diecisiete años, ayudó a liderar protestas, mantener espacios y resistir a la policía.
A pesar de su papel, a menudo fue excluida del movimiento más amplio debido a su identidad transgénero.
Rivera y Johnson fundaron STAR (Street Travestite Action Revolutionaries) para contrarrestar a los grupos que los dejaban fuera. Con el tiempo, el grupo creció hasta tener no solo la organización, sino también la casa STAR, que albergaba a aquellos de la comunidad que más lo necesitaban.
Aunque sus traumas pasados a menudo la afectaron a lo largo de su vida, manifestándose en su abuso de sustancias, problemas de vivienda y eventual intento de suicidio, Rivera continuó luchando por su comunidad hasta su fallecimiento en 2002.
Lorena Borjas
Nació en Veracruz, México, y eventualmente se estableció Queens, Nueva York; Lorena Borjas fue una activista que abogó por la comunidad transgénero, especialmente en los aspectos de la inmigración y el tráfico sexual. Conocida como la Madre de los Transgénero Latinx en Nueva York, su trabajo fue reconocido a nivel nacional.
Habiéndose mudado a Estados Unidos específicamente para lograr la terapia hormonal y la transición, Lorena se encontró en Jackson Heights, un vecindario conocido por su gran población inmigrante.
Al encontrar trabajo en una fábrica de cinturones, acabó compartiendo departamento con bastantes mujeres que trabajaban como trabajadoras sexuales en la zona. Ahí fue en donde Lorena comenzó a preocuparse por las personas que la rodeaban.
Caminaba por las calles repartiendo condones y comida a los trabajadores mientras intentaba conectarlos con otros recursos que pudieran necesitar. Lorena abrió su casa como un sitio de pruebas de VIH para que aquellas personas de la comunidad transgénero tuvieran un espacio seguro para hacerse la prueba. Recaudaba fondos para pagar la fianza y sacar de la cárcel a las trabajadoras sexuales que habían sido arrestadas.
Habiendo vivido tanto la experiencia transgénero como la inmigrante, la verdadera pasión de Lorena era romper el proceso de arresto, cárcel y deportación que ocurría dentro de sus vecindarios y comunidades.
En 2011 fundó el Fondo Comunitario Lorena Borjas con su colega Chase Strangio para ayudar en la lucha contra ese ciclo. Continuó actuando como un faro de su comunidad hasta que falleció en 2020 por lo que se reportó como complicaciones por el COVID.
¡Comparte esta historia!